“El Barça ganó a medio gas”
es la frase más repetida para analizar el encuentro contra la Real Sociedad. Y
puede ser cierto. No hay manera para afirmarlo ni desmentirlo. Lo que sí se puede
decir es que La Real no salió a pasearse, ni salió vencida, ni regaló el
partido. Simplemente perdió por goleada por el estado de gracia de los de Luís
Enrique.
Nadie que sale rendido de
antemano es capaz de hacer jugar al Barça más tiempo en su tercio de campo que
en el del rival. Y más aún, el Barça jugó más tiempo en su campo que en el del
rival. La Real tuvo la pelota un 44% del tiempo, lo que con este Barça es mucho
tiempo. Como lo es el 53% de tiempo pasado en el campo culé con el que terminó la primera mitad.
La presión hombre a hombre
dificultó mucho al Barça para tener continuidad en el juego. Eso sí, paciencia
tuvo toda la del mundo para intentar salir desde atrás con la pelota juga. Y
claro, cuando se superaba la primera línea del rival, todo eran manos a manos
de los delanteros con los rivales.
Así, Neymar y Messi juntos
sumaron 21 regates intentados ( 11 de Neymar y 20 del argentino). Una cantidad
muy elevada si la comparamos con el partido del Bernabéu, donde ambos sumaron
solo 7 regates, 4 y 3 respectivamente. Curiosamente, ambos regatearon mucho por
el centro, ya que la presión local causó que ambos jugarán por el medio para
intentar ayudar a sacar el balón ante la presión rival.
Nuevamente, por segunda
vez consecutiva, Neymar entró más en juego que Leo. No quiere decir que la
influencia de Leo sea menor, sino que el equipo busca a Ney consciente de su
capacidad de desequilibrio en el mano a mano y su estado de gracia en lo
combinativo. Con todo, Leo intervino en casi todas las jugadas de peligro,
volviendo a lucir su asociación con Alves.
Alves dio los pases de gol
de los dos primeros goles del equipo y , aún así, el Barça volcó más el juego
por la izquierda que por la derecha( 41% por un 31). El pesó de Neymar cada vez
es más y más y más evidente, todo ello sin que el equipo modifique su esencia,
ya que todo el juego del Barça se basó en intentar jugar juntos cerca del
balón.
La sensación de que el
equipo jugó a medio gas puede venir del elevado número de errores individuales.
Así, 45 fallos en pases o más de la mitad de regates intentados sin éxito( 10
entre Ney y Leo) son un ejemplo de ello.
Pero en otro momento y con algo menos de acierto, la presión de La Real hubiera
hecho más daño. Pero ya se sabe, si oímos lo malo que son los rivales del
Barça, mejor para nosotros.
No sabéis que buenos
recuerdos nos vienen a la mente!!!
Daniel Arias.